Arma de Caballería

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Federico del Alcázar: Nuevo Hermano Mayor: La unión definitiva

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Sería de nuevo Federico del Alcázar el alma mater que, con su interés en el mantenimiento de la fraternidad y con las gestiones realizadas, lograría hermanar de una manera definitiva a las dos corporaciones.

Ya en 1956 intenta, en una visita que realiza a Madrid, acercar posiciones con el objetivo de relanzar los vínculos perdidos.

En 1962, el entonces Obispo de Málaga D. Emilio Benaven nombra a D. Federico del Alcázar como Hermano Mayor.

En la primera Junta General que preside ya como Hermano Mayor, propone, y se acepta, «escribir al General Jefe de Caballería para vincular nuevamente este Arma a la Hermandad».

Su deseo más anhelado estribaba en que el primer desfile procesional que se organizara bajo su mandato se recuperara la presencia militar perdida en el transcurso de los años.

Las gestiones se encaminaron en varios frentes y sería la intervención del entonces Gobernador Militar de Málaga D. Ángel Carbajal y Santos Suarez, el que consiguiera que la Agrupación Blindada Alcántara nº 15, con sede en Jaén, representada por sus batidores y banda de clarines, participara en la estación penitencial de la noche del Jueves Santo del años 1963.

Desde entonces se va a marcar una línea de colaboración que finalizara con el afianzamiento definitivo de la mutua vinculación.

Los responsables de esta unión serian dos hombres con las ideas muy claras en cuanto a la restitución de la antigua colaboración se refiere: por la Hermandad ya al mencionado Dr. Del Alcázar, por el Arma de Caballería el General Jefe de la División D. RogelioPuig Jiménez.

 La nueva generación: La continuidad

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Con el fallecimiento, en 1980, del Hermano Mayor D. Federico del Alcázar, y tras un breve paréntesis, es elegido nuevo Hermano Mayor de la Hermandad D. Carlos F. Rueda Cassola. Desde un primer momento se rodeo de una eficaz Junta de Gobierno dando un nuevo impulso a la Cofradía.

En lo referente de Caballería ha seguido manteniendo la tradición que se iniciara.

Sin embargo, la Semana Santa de 1981 resulta problemática en cuanta a la participacióndel Arma en el desfile procesional ya que la banda de Pavía optó por asistir a Cuenca para ir a una de las procesiones organizadas en aquella ciudad castellana. Las razones, que nos dejan entrever la lectura de la documentación manejada, fueron de tipo político y, en cierta medida, pretendían facilitar una predisposición del Ayuntamiento de aquella localidad ante un determinado asunto de importancia estatal.

A pesar de esta situación, la presencia del General Oñate de Pedro como representante Real en la procesión marco un punto de retorno ya que a partir del conocimiento, por parte de este militar, de la realidad cofradiera, se volcó con la hermandad allanando muchos caminos. Este resurgimiento vino asimismo marcado por el nombramiento de D. Fernando Marques Patiño, Conde de Paraíso, como General Jefe de la Brigada Jarama.

Sería a partir de esta nominación cuando, tras una visita realizada por el Hermano Mayor a este General, se origino un cambio en el planteamiento de la participación militar en el desfile procesional ya que se considero, no solo factible sino también positivo, que, con un criterio acorde con los tiempos actuales, en  lugar de las secciones ¨pie a tierra¨, que se pensaban trasladar a Málaga, participara la Banda de trompetas y tambores de Húsares del Regimiento Pavía nº 4 con sede en Aranjuez quienes «con sus uniformes y calidad musical, por ser profesionales, acrecentaran la vistosidad del desfile procesional´´.

Esta misma banda participaría, juntamente con otra formada por soldados de Caballería de las guarniciones de Melilla y Jaén, en el desfile de 1984.

Durante estos últimos años un aspecto muy cuidado, tanto por la Cofradía como, fundamentalmente, por el Arma de Caballería, radica en la uniformidad de los soldados integrantes del cortejo procesional, quienes presentan un equipamiento que nos traslada a épocas pretéritas y que constituye, en su propia  concepción, todo un alarde compositivo así como una plasticidad generadora de un gran efectismo.

Los sucesivos cambios en la jefatura de la Brigada Jarama, la creación de otra Brigada (Castillejos en Zaragoza) y algunas actitudes particulares hicieron pensar que la relación podría verse afectada. Pero no ocurrió así.

En la Semana Santa de 1988, coincidiendo con el segundo centenario de la fundación de la primitiva Cofradía de Zamarrilla, se traslado a Málaga la «Banda de timbales y trompetas a caballo del Escuadrón Real´´. Tras varios años, de nuevo un piquete  de Caballería abría la marcha procesional. Constituyo un hito en el mundillo semana santero malagueño.

En los últimos años, la banda de Sagunto nº 7 de Sevilla, Montesa nº 3 de Ceuta, Alcántara nº 10 de Melilla… han participado en nuestra estación penitencial de Jueves Santo.

Militares como los Generales Peña, Enríquez, los Coroneles Blanco, Velasco y tanto otros cuya nominación seria imposible, han tomado el relevo de aquellos antiguos y ya desaparecidos soldados que, juntamente con el Dr. Del Alcázar, fueron los artífices de esta fraternidad.

Desde ese momento hasta la actualidad todos los Hermanos Mayores de la Hermandad han mantenido estos lazos con el Arma, acompañándonos actualmente todos los años una representación de los distintos regimientos, así como una banda de cornetas y tambores, presidiendo el desfile procesional Su Majestad el Rey de España, representado normalmente por el Inspector del Arma, siendo este en la actualidad el Coronel Director de la Academia de Caballería, Ilmo. Sr. D. Francisco Javier López Villar.

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