PASCUA MILITAR 2022

Hoy día 6 de Enero, coincidiendo con la Epifanía de Nuestro Señor, se celebra en nuestro país la pascua militar.

Hace 239 años su Majestad el Rey Carlos III, tras la reconquista de Mahón, instauró esta festividad y mediante la cual pretendía expresar al Ejército su especial consideración, su agradecimiento y su aprecio; manteniéndose esta festividad a lo largo de los siglos hasta nuestros días.

Desde la Hermandad de Zamarrilla, nos complace enviar nuestra felicitación a todas aquellas personas que componen los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, y a las fuerzas de orden público, pero muy especialmente, a los jinetes del Arma de Caballería con quien nuestra Hermandad se encuentra vinculada desde 1851.

Un año más, nuestros hermanos del Arma de Caballería están desarrollando día a día una labor encomiable y demuestran un comportamiento ejemplar, participando activamente en la guerra contra esta pandemia que nos azota y continuando de forma infatigable en todas aquellas labores que son necesarias para luchar contra el coronavirus.

Nuestros soldados son personas que cumplen con su deber, pero también son personas que oran, rezan y necesitan de la cercanía de Nuestro Señor Jesús. Cuando están en una misión internacional en terrenos o lugares hostiles sufren miedo y se encomiendan a Dios, en cuyas manos se ponen y a quien piden que les proteja. En otros momentos son testimonio con sus obras de las enseñanzas de Cristo.

La labor de nuestros militares y, en particular, de nuestros jinetes es un claro ejemplo de entrega y servicio al prójimo, demostrando que nuestra nación posee un gran instrumento para hacer frente a las adversidades y luchar por el bienestar de nuestra sociedad.

Por tanto, desde Zamarrilla queremos hacer llegar a nuestros militares y, en particular, a cada uno de los miembros del Arma de Caballería nuestra felicitación más cordial y entrañable por la pascua militar y expresarles, más que nunca, nuestro agradecimiento sincero y profundo por su abnegado trabajo y dedicación.

Ellos son una muestra de lo que representa nuestra nación, esa de la que todos formamos parte el pueblo español y de la que proceden nuestros militares y a la que sirven con orgullo y entrega.

En nuestra Hermandad siempre elevamos una oración a Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio, al Santísimo Cristo de los Milagros y a María Santísima de la Amargura Coronada para pedir que protejan y bendigan a esos abnegados Centauros del Ejército Español: nuestros Hermanos Jinetes del Arma de Caballería.

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