JUEVES SANTO 2021

Ha llegado el día.
Es Jueves Santo.

El silencio que ahora llena nuestra querida ermita pronto se alejará dejando su lugar al sonido de las plegarias y oraciones.

Málaga entera se acercará a acompañar en el día grande de Nuestra Semana Santa a nuestros Sagrados Titulares en un nuevo año atípico sin salidas procesionales ni estaciones de penitencia.
La ermita, punto de referencia para nuestro barrio, es, como dijo nuestro Hermano José Jiménez Guerrero, la «Catedral del Pueblo en la Cálle de los Mármoles» y a lo largo de la historia ha sido el lugar de encuentro de multitud de personas que por una u otra razón, han encontrado en su interior la paz, el consuelo y el motivo para no rendirse y levantarse cuando la vida más fuerte golpea.

Con cada avance y esfuerzo realizado entre todos, sentimos que está cada vez mas cerca el momento en que Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio efectuará su salida procesional nuevamente al igual que aquella última ocasión en 1931 pues poco después desapareció en aquellos trágicos sucesos de mayo.

Este Jueves Santo, nuestro Santísimo Cristo de los Milagros, volverá a recibir el cariño, el respeto y la devoción de los vecinos de este barrio popular que cada día se asoma al dintel de su templo para rezar y perdirle que obre nuevamente un milagro en atención a su súplica. Este año, no podrá ser contemplado por los hermanos jinetes del Arma de Caballería pero estos, mediante una sencilla ofrenda recibida y puesta a sus pies, han querido expresar a la Hermandad que, a pesar de esta situación de pandemia, «¡La Caballería, está!»

Y Ella, María Santísima de la Amargura Coronada, volverá a impregnar a Málaga entera con el aroma de la rosa roja que luce en su pecho. Ella volverá a llenar de admiración la cara de niños y mayores cuando la contemplen en su altar. Ella no cesará en su amor infinito por Málaga del mismo modo que amó a su hijo al contemplarlo morir en la cruz para el perdón de todos nuestros pecados.

Zamarrilla ha sido siempre, es y será el punto de encuentro donde sus hermanos volverán a sentir un año más la emoción y el «cosquilleo» en el estómago cuando se abran las puertas del pequeño joyero del siglo dieciocho que alberga el mayor tesoro de nuestra hermandad.

Nuestra cofradía, como siempre lo ha sido, volverá a ser ejemplar ante esta situación excepcional que vivimos, esta pandemia que tanto dolor y sufrimiento está provocando a nuestra sociedad y que tantos damnificados está dejando en el camino.

Desde aquí queremos pedir a Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio, al Santísimo Cristo de los Milagros y a María Santísima de la Amargura Coronada su intercesión para acabar y vencer a esta pandemia, que podamos auxiliar a tantas familias que, fruto de esta situación, lo están pasando tan mal; y les pedimos que podamos el próximo año vivir una nueva explosión de colorido rojo y morado por las calles de nuestra ciudad, que podamos salir a la calle y vestirlas de notas musicales que conmuevan y alimenten nuestras almas de esas oraciones particulares que son las marchas procesionales; que podamos volver a disfrutar de los olores de nuestra Málaga en semana santa: incienso, azahar, cera…

Es Jueves Santo, esto es Zamarrilla y esto no nos lo podrá arrebatar jamás una pandemia.

Fotografía: Hermandad de Zamarrilla.

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